-ismo

Los -ismos, como los partidos o las banderas, nos separan y todas sabemos que la única manera de cambiar algo y de avanzar es juntas. Pero si en lugar de unirnos, lo que hacemos es partirnos en ideologías, iglesias, dietas o géneros, la posibilidad de que la opresión que ejercen los poderosos sobre la gran mayoría de la población y los recursos de este planeta que habitamos, desaparezca, es prácticamente nula.

En realidad, el poder se dio cuenta de que la mejor manera de ejercer la gobernanza es dividiéndonos, partiéndonos. Y no por casualidad los medios se la pasan hablando sobre todo tipo de -ismos.

Del cristianismo, del budismo, del veganismo, del feminismo o del comunismo me quedo con Cristo, el Budha, la vega, el espíritu de lo femenino y lo común y les regalo el -ismo.

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