Leyendo algunos artículos llegué por casualidad a este que copio y pego ya que describe a la perfección algunos de los pensamientos que me rondan:
Pensamiento político
En sus obras e intervenciones, García Calvo trató de dar voz a un sentir anónimo, popular, que rechaza los manejos del Poder. Esencial a esa lucha es la denuncia de la Realidad, una idea que, según denuncia el autor en varias ocasiones, se presenta como reflejo fiel de «lo que hay», cuando de hecho es una construcción abstracta, en la que las cosas son reducidas por la fuerza a ideas. De ese modo se mata cuanto pueda haber en las cosas de impredecible e infinito, y resulta posible someterlas a cómputos, planes, esquemas y manejos. La gente, un caso más de cosa, queda organizada así en Individuos, sometidos a una doble exigencia contradictoria: cada uno tiene que ser individual, y sin embargo todos han de ser sumables en una Masa numérica. Por fortuna, esta organización deja siempre cabos sueltos: a lo que pueda quedar en la gente de ocurrencias imprevisibles, no sometidas a plan ni cálculo, se refiere García Calvo como «el pueblo».
El progreso del Poder llega a su cúspide en las sociedades democráticas, compuestas por Masas de Individuos. Dado que el plan del Progreso es introducir este sistema en todas partes, la lucha popular debe dirigirse contra la Democracia, el Estado del Bienestar, por ser este el régimen que administra la muerte (dado que lo único cierto del futuro es la muerte, anticipar este —como hace el Poder— con planes o propósitos constantes es acercar la muerte para desvivir la vida) del pueblo en las sociedades más avanzadas. La pervivencia de formas más atrasadas de dominio (como las dictaduras comunistas o las de los países musulmanes) sirve para legitimar, por comparación, la Democracia burguesa, y debe considerarse por tanto un trampantojo.
Esencial para el Poder y la Realidad es la figura de Dios; que, tras tomar muchos nombres, como el de Hombre, en su forma más moderna o progresada se presenta con el nombre de Dinero: una idea omnipresente a la que todas las cosas son reductibles (todo tiene un precio). La religión de este nuevo Dios es la Ciencia, cuya misión esencial es mantener actualizada la idea de Realidad y convencer a los Individuos de que todo está bajo control: hay conocimiento seguro de todo, o lo habrá con el tiempo. Sin embargo, la investigación de los científicos, en especial la de los físicos, en la medida en que es honesta, no deja de presentar indicios de la resistencia de las cosas a su reducción a ideas.
En la Democracia, el Estado y el Capital son, según este discurso, dos rostros de la misma cosa. La lucha popular debe, pues, dirigirse contra ambos, sin convertirse nunca en una reivindicación (que supone reconocer legitimidad al Poder) ni una alternativa de gobierno (que no haría sino contribuir al progreso del Poder). Esta lucha no es individual (pues el Individuo, construido a imagen y semejanza del Estado, es esencialmente reaccionario y constituye el primer enemigo del pueblo), sino de la gente, de lo que quede de pueblo, por debajo de los Individuos y en contradicción con estos.
Respecto a los nacionalismos, señala García Calvo que parten de la conversión del pueblo indefinido e inmanejable en una idea (los pueblos) manejable y sumisa al Poder.
El lenguaje, indica el autor, tiene un papel destacado en la opresión del pueblo, pero también en su rebelión. Las palabras con significado de las lenguas configuran la Realidad, distinta para cada tribu. En la medida en que el lenguaje contribuye a crear la ilusión de que sabemos todo lo que hay y cómo llamarlo y manipularlo, constituye un arma contra el pueblo. Sin embargo, en el uso común de las palabras se producen continuamente vislumbres que apuntan a lo contrario (a que no sabemos lo que hay, ni la Realidad cubre todo lo que se da), y en ese sentido el lenguaje, que cualquiera puede usar pero que no es de nadie, es la expresión popular por excelencia.
Ejemplos concretos de la lucha contra la Realidad los podemos encontrar en el ataque al automóvil (vehículo individual por excelencia) y la defensa del tren; en la lucha contra la concepción de que «Hacienda somos todos»; o en la decisión de «escribir como se habla», frente al uso pedante del lenguaje por parte de eruditos, funcionarios y periodistas. Asimismo, apoyó el Movimiento 15-M.
https://es.wikipedia.org/wiki/Agust%C3%ADn_Garc%C3%ADa_Calvo#Pensamiento_pol%C3%ADtico