Me gusta el sentido de álbum como colección de canciones, recopilación de los temas grabados en el último periodo y como tal, ésta vendría a ser la colección de instantáneas musicales de los últimos años.
1.- Psicotropicalia – Primavera Lluviera (con Raimond y PPTronics) [2020-04]
En la primavera de 2020, en pleno encierro se fueron grabando las primeras pistas con la colaboración de Raimond (saxos) y PPTronics (Sruti box y campanas)
2.- Psicotropicalia y Vicent Puerto – La brisa de la vida [2020-08]
Una tarde de verano nos juntamos en mi caseta a grabar y Vicent comenzó con una rueda de acordes en la guitarra a la que fuimos añadiendo bajo, percusión, el recitado de un texto que también traía en su libretita y las voces. Otro día en que me visitaron mis sobris Lara y Vera acabaron metiendo sus coros.
3.- Psicotropicalia y Vicent Puerto – Sal [2021-08-10]
Llevaba tiempo con este tema sin convencerme mucho hasta que en unas sesiones de grabación de baterías para un disco de mi hermano, grabó la de este tema. Más tarde pasó Vicent por casa con uno de sus textos y ahí acabamos de darle forma.
4.- Psicotropicalia – Perdidas (El asalto al Hades) [2023-03]
De la serie “Plagios”: Sobre una base de batería copiada de “un tema”Don’t let it go to your head” de Cleo Sol, fui añadiendo una progresión de acordes y el resto de instrumentación. El texto se inspira en las influyentes lecturas de “El asalto al Hades” de Casilda Rodrigáñez Bustos (https://sites.google.com/site/casildarodriganez/libro-el-asalto-al-hades-edici%C3%B3n-2010)
5.- Psicotropicalia – Am-Erica (Lo vivido) [2023-06]
De la serie “Plagios”: Sobre la melodía de “Lo vivido” de Rodrigo Carazzo grabé en una lluviosa tarde de primavera la base de guitarra y voz a la que fui añadiendo posteriormente el resto de arreglos y el recitado.
Una “canción medicina” de la serie “Plagios”: En esta copio el patrón de batería y la línea de bajo de “Pour que j’m’élance” de Uncle Chris y sobre ella añado el resto de instrumentación y un texto al que venía dándole forma esas semanas.
Buscaba una progresión de acordes un tanto atípica para una canción, sin que llegue a resultar demasiado compleja y llegué a esta a la que agregué una letra muy inspirada en un momento donde todo a mi alrededor me pedía silencio.
De la serie “Plagios”: Sobre un calco de la batería de “Golden Child” de Cleo Sol, añado una base de bajo y voy dando forma a una nueva canción medicina que me recuerda que comencé a tocar la guitarra con el “padre nuestro” cantado de la misa y ahora vuelvo con el credo en versión sincrética.
Otra “canción de misa”. Intentando sacar los acordes de “How deep is your love” de Bee Gees, tropecé con esta canción que debía estar escondida entre la progresión de acordes y la pinada de en frente.
Bonus Tracks:
10.- Psicotropicalia – Perdidas (El asalto al Hades) (Instrumental) [2023-03]
Este “bonus track” pertenece a otra época. Con muestras de piano de “The colour of spring” de Mark Hollis se fue dando forma a este tema.
Todas las canciones son libres de ser reproducidas, compartidas, remezcladas, re-apropiadas, … siempre que se respete la autoría y se comparta en las mismas condiciones.
Anoche mientras acompañaba a mi padre un rato, tenía la tv encendida y hablaban del rey emérito. Las periodista le preguntaban si iba a dar alguna “explicación” y el respondía altanero y soberbio “¿Explicación de qué?”.
La noticia giraba en torno a una competición de veleros de entre cuyos equipos, el Bribón tiene al rey como tripulante y me dije… ¿Qué casualidad, no?
Busqué la definición de Bribón en la infumable RAE y me llevé la siguiente sorpresa:
Esta mañana me levanté curioso por contrastar los datos oficiales del ministerio de sanidad de españistán “con la que está cayendo” y me encontré lo siguiente:
A pesar de la bajísima ocupación hospitalaria, el número de pruebas “diagnósticas” en diciembre se multiplicó por 5 comparándola con la última semana de octubre:
Total de Pruebas diagnósticas realizadas: – Del 26-10-2021 al 01-11-2021: 497.186 – Del 20-12-2021 al 26-12-2021: 2.413.264 (4,9 veces más)
La llamada Incidencia Acumulada (IA) es un parámetro que mide la cantidad de personas que dan positivo en un rango de 15 días cuando se hacen el mismo número de pruebas diarias, pero si el número de pruebas aumenta exponencialmente en poco tiempo, como es lógico, el número de positivos aumentará proporcionalmente. La IA es un parámetro que puede expresar lo contagiosa que es una transmisión cuando el número de pruebas diarias se mantiene constante pero da resultados aberrantes cuando variamos la tasa diaria de pruebas como se ven en la siguiente gráfica (en azul):
En todo este periodo plandémico, nunca se había alcanzado la tasa de pruebas diarias realizadas en estas navidades, todo para machacar a la población con un número de “contagios” cada vez más engordados que ni generan mortandad ni siquiera ocupación hospitalaria, pero que usan para justificar todo tipo de recortes de libertades con el único objetivo de mantener a una población en estado de shock y de fondo imponer nuevas “reconversiones industriales” y reformas laborales que favorecen la salud de los bolsillos de las élites en el poder a costa de un trabajo cada vez más precarizado y humillante.
Para aquellas que se cuestionen el porqué de las restricciones de estas navidades, a pesar de que el 88% -dicen- de la población -vacunable- ya se encuentra “inmunizada” y por lo tanto deberíamos de haber regresado ya a la pasada subnormalidad, encontrarán respuesta en que la inmensa mayoría de las pacientas “con coronavirus” (es decir, positivas) se encuentra vacunadas total o parcialmente.
INFORMACIÓN SOBRE EL ESTADO DE VACUNACIÓN DE LOS CASOS NOTIFICADOS EN SiViEs: – Casos con información de alguna vacunación: 495.817 – Casos con vacunación completa: 380.612 – Casos no vacunados: 96.969 (el 16,4% del total)
Obviamente, los casos de las no-vacunadas, porcentualmente son bastante mayores que entre las vacunadas (sólo faltaría que fuese al revés, que ya sería un super-escándalo). Pero aún así son un montón de casos en que la vacuna no ha servido ni siquiera para que el PCR de negativo que al fin y al cabo es el único dato con el que pueden jugar puesto que la relación entre un positivo y un caso clínico (con algún síntoma) es muy ambigua.
Y para terminar, echando mano de la política de “transparencia” a la que están obligados todos los gobiernos, le he dedicado un rato a re-editar toda la información -desordenada y mal formateada. Pareciera a propósito para complicar su análisis- sobre la Capacidad Asistencial desde hace más de un año que se publica en esta página: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov/capacidadAsistencial.htm
Observando el gráfico, la ocupación de camas COVID, tanto en Hospitalización Convencional (Verde discontinuo), UCI Sin Respirador (Amarillo discontinuo) y UCI con Respirador (Rojo discontinuo) no llega al 50% más que en un momento puntual y el resto del tiempo oscilan entre el 10% y el 30% de ocupación. El tan cacareado colapso de los hospitales no viene reflejado en los datos oficiales a pesar de que algunos centros debieron estar colapsados puntualmente como sucede habitualmente todos los años en las temporadas de gripe y en concreto en aquellos hospitales cuya capacidad es menor para cubrir las necesidades de su entorno.
Juzguen ustedes. No se crean nada.
PD: Hoy de pronto entendí ese concepto que llaman “capitalismo de vigilancia” y es que sobre una población continuamente vigilada por las instituciones públicas, la vigilancia sobre su trabajo con el fin de elevar su rendimiento por parte de sus jefes no supondrá sorpresa alguna, nadie armará revuelo sobre algo tan normalizado.
Leyendo algunos artículos llegué por casualidad a este que copio y pego ya que describe a la perfección algunos de los pensamientos que me rondan:
Pensamiento político
En sus obras e intervenciones, García Calvo trató de dar voz a un sentir anónimo, popular, que rechaza los manejos del Poder. Esencial a esa lucha es la denuncia de la Realidad, una idea que, según denuncia el autor en varias ocasiones, se presenta como reflejo fiel de «lo que hay», cuando de hecho es una construcción abstracta, en la que las cosas son reducidas por la fuerza a ideas. De ese modo se mata cuanto pueda haber en las cosas de impredecible e infinito, y resulta posible someterlas a cómputos, planes, esquemas y manejos. La gente, un caso más de cosa, queda organizada así en Individuos, sometidos a una doble exigencia contradictoria: cada uno tiene que ser individual, y sin embargo todos han de ser sumables en una Masa numérica. Por fortuna, esta organización deja siempre cabos sueltos: a lo que pueda quedar en la gente de ocurrencias imprevisibles, no sometidas a plan ni cálculo, se refiere García Calvo como «el pueblo».
El progreso del Poder llega a su cúspide en las sociedades democráticas, compuestas por Masas de Individuos. Dado que el plan del Progreso es introducir este sistema en todas partes, la lucha popular debe dirigirse contra la Democracia, el Estado del Bienestar, por ser este el régimen que administra la muerte (dado que lo único cierto del futuro es la muerte, anticipar este —como hace el Poder— con planes o propósitos constantes es acercar la muerte para desvivir la vida) del pueblo en las sociedades más avanzadas. La pervivencia de formas más atrasadas de dominio (como las dictaduras comunistas o las de los países musulmanes) sirve para legitimar, por comparación, la Democracia burguesa, y debe considerarse por tanto un trampantojo.
Esencial para el Poder y la Realidad es la figura de Dios; que, tras tomar muchos nombres, como el de Hombre, en su forma más moderna o progresada se presenta con el nombre de Dinero: una idea omnipresente a la que todas las cosas son reductibles (todo tiene un precio). La religión de este nuevo Dios es la Ciencia, cuya misión esencial es mantener actualizada la idea de Realidad y convencer a los Individuos de que todo está bajo control: hay conocimiento seguro de todo, o lo habrá con el tiempo. Sin embargo, la investigación de los científicos, en especial la de los físicos, en la medida en que es honesta, no deja de presentar indicios de la resistencia de las cosas a su reducción a ideas.
En la Democracia, el Estado y el Capital son, según este discurso, dos rostros de la misma cosa. La lucha popular debe, pues, dirigirse contra ambos, sin convertirse nunca en una reivindicación (que supone reconocer legitimidad al Poder) ni una alternativa de gobierno (que no haría sino contribuir al progreso del Poder). Esta lucha no es individual (pues el Individuo, construido a imagen y semejanza del Estado, es esencialmente reaccionario y constituye el primer enemigo del pueblo), sino de la gente, de lo que quede de pueblo, por debajo de los Individuos y en contradicción con estos.
Respecto a los nacionalismos, señala García Calvo que parten de
la conversión del pueblo indefinido e inmanejable en una idea (los
pueblos) manejable y sumisa al Poder.
El lenguaje, indica el autor, tiene un papel destacado en la opresión del pueblo, pero también en su rebelión. Las palabras con significado de las lenguas configuran la Realidad, distinta para cada tribu. En la medida en que el lenguaje contribuye a crear la ilusión de que sabemos todo lo que hay y cómo llamarlo y manipularlo, constituye un arma contra el pueblo. Sin embargo, en el uso común de las palabras se producen continuamente vislumbres que apuntan a lo contrario (a que no sabemos lo que hay, ni la Realidad cubre todo lo que se da), y en ese sentido el lenguaje, que cualquiera puede usar pero que no es de nadie, es la expresión popular por excelencia.
Ejemplos concretos de la lucha contra la Realidad los podemos encontrar en el ataque al automóvil (vehículo individual por excelencia) y la defensa del tren; en la lucha contra la concepción de que «Hacienda somos todos»; o en la decisión de «escribir como se habla», frente al uso pedante del lenguaje por parte de eruditos, funcionarios y periodistas. Asimismo, apoyó el Movimiento 15-M.
La constitución española es un “Acuerdo de Licencia” que no recuerdo haber firmado. Por el hecho de nacer en españa me fue impuesto.
En ella dice cosas como que podré elegir a mis gobernantes, pero nunca podré renunciar a ser gobernado. También acepto que el jefe supremo del ejercito es el rey, por si algo no le conviene, que pueda hacer uso legitimo de la violencia. Y hace poco la reformaron por segunda vez tras 33 años para garantizar que la banca (la UE) cobre sus deudas por encima de cualquier otra prioridad presupuestaria del país.
Google al menos no me obliga a usar sus servicios si no acepto su licencia.
Al final no se si prefiero lo privado o lo público ya que lo público no lo puedo elegir, tan solo a quien me gobierna.
Si no fuera por la
la música, por el incesante canto de los pájaros, por las huellas
de los jabalíes en el barro o los blancos tapices del granizo sobre
el sotomonte, nada en esta vida tendría sentido. Nada de lo que esta
sociedad humana genera tiene sentido más allá de la aberrante
inconsciencia en la que estamos sumidas. Aquí, alejadas de la
realidad, el sentido no es preciso. Flotar se hace preciso, nadar en
este mar de tiempo sin relojes, sin causas ni consecuencias. Fluir
como las palabras del torrente del ser, de la vida, de Dios, para
volverse hacia sí mismas, hacia la nada, hacia el vacío que todo lo
llena.
Las consecuencias de
la realidad las impone la realeza y nosotras como súbditas morimos
por ello. Nos lanzamos a una guerra despiadada de todas contra todas,
nos olvidamos del don divino de la vida, abandonamos a nuestras seres
queridas bajo el pretexto de defender a la sociedad, una idea
plantada en las mentes de las niñas que nos arrebataron, un chip que
nos condiciona a la sumisión, un sucedáneo de vida, de viaje y de
conocimiento que satisface nuestras pulsiones básicas para poder
seguir subsistiendo y moviendo los engranajes que alimentan el ego de
la realeza para hacer realidad todas sus demandas desatadas propias
de una forma de vida agonizante, el ocaso de nuestra especie.
Y para que todo ello funcione, hemos de enterrar a la muerte de nuestras vidas, separarla de su otra cara: la vida, sin la cual no podría existir como no existe la sombra sin luz; alejarnos del sentido último de todo Ser que es la fugacidad. La máquina de producir realidad para la realeza se pararía en el momento de que nos diésemos cuenta de que la vida, no sólo tiene un fin, sino que tiene fin. En ese momento seríamos capaces de dar el salto que todas en algún momento estuvimos tentadas de dar. Pero de repente el espectáculo del poder extiende toda su artillería de medios para mostrarnos que la muerte no existe, que debemos de seguir el camino para el que fuimos programadas sin desviarnos y que la realeza ya se encarga de posicionar en el campo de batalla o en nuestras casas a su ejército para salvaguardarnos de la muerte segura con la que el “enemigo” invisible siempre acecha, con el que ese enemigo de la realidad, que es la vida misma, nos seduce para contagiarnos de la alegría de estar vivas en este finito tiempo en el que somos.
Mientras tanto, siempre nos quedan las notas, las semillas, las hojas que bailan y se retuercen de placer con el viento, el árbol caído que nos calienta, las piedras y la tierra que nos cobijan, las nubes que entran por la puerta de casa, el tomillo que nos cura o los tobillos que nos desplazan en el espacio y en el tiempo de este ser continuo, de este infinito dentro de la nada al que pertenecemos, de ese milagro que son los rayos de sol asomando por la montaña de en frente todas las mañanas del ser.
Me doy cada vez más cuenta de que cuando hablo con personas, me es muy difícil en ocasiones aclararme puesto que los conceptos básicos o fundamentales de los temas que tocamos tienen su significado totalmente alterado. A partir de ahí, es difícil construir el más mínimo diálogo puesto que cuando hablamos del verde, unas ven violeta y otras azul.
Por ello me dispongo a ir desglosando uno a uno algunos conceptos que me parece que hoy están del todo desprovistos del significado original en pos de la conveniencia del mercado, dios que guía nuestros pasos en esta realidad que nos ha tocado vivir.
Empiezo por el concepto de la propiedad privada, aunque el orden no alterará el fin que me propongo.
Todo el orden
-vertical- mundial viene a sostener la idea, puesta en práctica sólo
por una minoría -los propietarios-, de la propiedad privada.
Como cuando nombras el palabro en una conversación con amigues siempre sale alguien que te dice “oye, entonces, si tu no crees en la propiedad privada ¿Qué te parecería si alguien viene aquí ahora y dice que se queda a vivir en tu casa?, que tu puedes no creer pero él si cree y además “la ley” lo apoyaría”.
No es esta una cuestión de creencias, ya que no voy a dejar mi hogar así por que así, sin resistir y luchar si es necesario. Es una cuestión de que si yo no tengo un “título de propiedad” y el otro sí, aunque yo esté poseyendo mi casa, es decir, usándola, la ley le daría la razón y las fuerzas del orden -vertical- me sacarían a palos de mi hogar.
En realidad, cuando
me refiero a mi casa, a mi terruño, a aquel lugar que habito y
trabajo, me estoy refiriendo a mi “posesión” y no a mi
“propiedad”. Algunas pensarán que son palabras sinónimas pero
no lo son. Para aclararlas de forma sencilla se puede decir que se
poseer sólo aquello que se usa pero se puede ser propietario de
aquello que no se usa. Es decir, si yo no uso un terreno, no soy su
poseedor, más allá de que sea o no su propietario. Es como los
amantes, se poseen mientras se aman. Si viven separados y no se aman
ni se relacionan, por muy casados que estén -por muy propietarias
que sean del otre-, no se poseen.
Sin embargo, la
propiedad es otra cosa. No se demuestra con el uso sino con un
contrato, una abstracción que sólo las humanas pueden realizar. Un
grupo de monos jamás entenderían este concepto: llega un mono a
otra región diferente a la suya y va y les dice a los monos de ese
lugar que ese platanero es suyo y que nadie puede comer de el. El
resto de monos lo mirarían con cara de sí mismos y comenzarían a
saltar y gritar diciendo “¿Este tarado? ¿Qué está diciendo?
¡Dice que tiene un papel que demuestra que ese bananero es suyo!”.
Obvio que cuando se marche el mono que dice ser propietario, nadie va
a obedecer su petición ya que la propiedad es un concepto que ningún
ser de la creación, salvo las humanas, posee. El resto de seres
poseen espacios, a otros seres, alimento, … mientras viven y los
usan. Pero no pueden entender que alguien vaya a reclamar algo que
nadie usa. Ni se pueden apropiar de algo que no poseen.
Sencillamente, la propiedad es un subproducto de nuestra mente
humana, un producto diseñado para explotar a toda la naturaleza,
entre ella, la humana.
Las humanes, en
realidad, no es que tengamos una capacidad superior que al resto de
seres para poder apropiarnos de algo si no fuera por el uso de la
violencia y/o la coacción. Imaginemos que 2 personas llegan al mismo
prado deshabitado y cada una dice que es suyo. Si ninguna tiene
potestad alguna sobre tal prado ya que antes no lo habían usado
¿Hacia quién dirimirá la disputa? Pues muy sencillo, al que mayor
violencia ejerza. La otra opción que les queda es mentirle al otro,
decirle que va a estar muy desagusto porque hay un cementerio de
animales justo debajo y eso para un vegano puede generarle un serio
problema emocional, bla bla bla… Y tras muchas peroratas, al final
de tanta coacción, una de las partes desiste. No hay otra: o
violencia o coacción -que no deja de ser otra forma de violencia,
pero psicológica-.
Por lo tanto, la
propiedad permite milagros como que unos pocos humanos se apropien de
la vasta extensión del planeta mientras que la inmensa mayoría
tienen que pagarle a estos por usar su propiedad para poder obtener
recursos que les permitan vivir. Y todo por arte de magia, de magia
negra. Alguna se preguntará ¿Pero no hace falta entonces usar la
violencia o la coacción? ¿Cómo han conseguido tal propósito los
poderosos? Pues a través de un recurso más que lleva implícitas la
violencia y la coacción: la educación en las leyes. Estas son un
“pacto” entre los violentos y las que deseamos no serlo, una
especie de culto, de adoración que nos enseñan desde pequeñas, que
forma parte de nuestra más básica programación para que no sean
necesarias ya tareas tan agotadoras como la violencia o la coacción.
Es un credo que repetimos antes de vernos tentadas a acabar con
quienes detentan el poder y dispara en nuestro cerebro sustancias
químicas que nos paralizan a ultrajar la propiedad privada, a
recuperar la posesión de lo que no es de nadie, como la tierra, que
no es más que de quien la trabaja.
La frase “la
propiedad es un timo, un robo” viene a reflejar perfectamente el
asunto. Un robo es un acto que se realiza con violencia -un hurto es
cuando alguien se apropia de algo ajeno sin violencia, por un
descuido u olvido-.
En conclusión, todo el estado de las leyes, el derecho y toda esa basura, no son más que la manifestación velada de un robo, de un acto de violencia y/o coacción reiterados hasta el hastío que nos programa para rechazar la tentación de poseer la propiedad de algún iluminado que no la está usando. Nada puede cambiar mientras que el sistema legal lo sigamos teniendo marcado a fuego a nuestras espaldas desde que nacemos por la educación recibida.
Paradójicamente nos enseñan (educan, adoctrinan, embuten) que las leyes son la salvación del pueblo, la herramienta para que reine la paz ¡Nada más lejos de la realidad! Son precisamente el arma de los poderosos para que el pueblo no tenga la más mínima posibilidad de emancipación. No podrá haber paz mientras existan las leyes que sostengan la propiedad privada y todo el aparato legal está construido con esa premisa en su punto más alto. Todo sistema legal que sostenga la propiedad privada, jamás puede ser justo puesto que permite el atropello y el robo de los que siempre tuvieron el poder para que nadie se lo pueda arrebatar y lo imponen con violencia. La ley no la escribe el pueblo ¿Quién se puede creer eso? ¿Qué pueblo iba a crear leyes que sostienen la propiedad privada si juega en nuestra contra? Sería estúpido pensar eso.
Quedaría por explicar la injusticia suprema: la propiedad privada sobre los medios de producción, eso que tanto estudiaron Marx y Engels. Para entender qué son los “medios de producción”, basta con pensar en la tierra. Todo cuanto nos rodea, todo viene de la tierra: una mesa, un bolígrafo, un móvil,… Por lo tanto, quien se apropia de la tierra e impide que otras la puedan usar (ya que las leyes no defienden lo justo sino lo que expone un contrato, una escritura), juega con una ventaja fundamental sobre el resto ¿Y quién determina que una tierra, por ejemplo, es propiedad de alguien? ¿Qué justa ley permitió a los conquistadores apropiarse del continente americano cuando fue descubierto? ¿Acaso no habían ya nativas que poseían una pequeña parte del territorio? ¿No les pareció suficiente territorio el que no estaban poseyendo las nativas? ¿O no seria que de lo que querían apropiarse era de la tierra y de quienes las explotaran en su beneficio?
En resumen: todo
sistema legal que soporte la idea de la propiedad privada de los
medios de producción, es injusto y por lo tanto una contradicción.
Inútil para cualquier alteración de la realidad. Nada puede cambiar
dentro de ese marco que produzca justicia social si no se elimina la
propiedad privada.
Pensémoslo, porque yo se que eso de la propiedad privada suena a chino (o a soviético), a una idea denostada, pero lo cierto es que no existe la más mínima posibilidad de cambio sin tocar ese tótem. Si alguna piensa que se puede obtener justicia a través de la propiedad, que por favor, se manifieste.